El cambio climático pone en riesgo nuestro sueño

La situación es inusual: las constantes lluvias de los viernes y sábados han impedido la disputa de muchas fechas del presente Torneo, y estamos finalizando noviembre cuando todavía quedan por jugarse entre cinco y siete partidos. La anormalidad pone en peligro la finalización del torneo, y es un duro golpe al sueño de La Gata Gallarda de ascender a Menores B por primera vez en su historia. En el mejor momento del equipo, vienen las malditas lluvias que cortan todo, y amenazan con impedir el tan ansiado ascenso.
Los expertos están sorprendidos. Algunos meteorólogos explican que el cambio climático se está adelantando debido a la creciente emisión de dióxido de carbono. Las expectativas no son buenas, según acota el Dr. Héctor Menta: "Si alguien vio la película 'El día después de mañana' quizá pueda imaginarse mejor la situación. Durante el verano tendremos huracanes, tornados, ciclones y anticiclones que azotarán especialmente al Campo de Deportes, y todo culminará con una helada polar que dejará al Campo cubierto por hielo de cinco metros de espesor". Las autoridades del Torneo están preocupados ante este panorama, pero no hay nada que se pueda hacer. "El Campo estará suspendido para siempre, y los exalumnos se van a tener que dedicar a jugar a El Gran DT como única vinculación con el deporte", agrega Menta.

Los oportunistas no se mostraron sorprendidos ante esta realidad que se avecina. Expertos religiosos aportan que ya esto se sabía desde hace miles de años. De hecho, en las Sagradas Escrituras se menciona que "a dos mil nueve años de nacido nuestro Señor, las almas gatunas serán castigadas con las pestes de los Cielos". Sin embargo, en el Calendario Maya se consigna que La Gata Gallarda perdería nuevamente la promoción en el año 2009, y que recién conseguiría el ascenso en el año 2012 d.C., momento en que finalmente se acabaría el mundo. Teólogos siguen discutiendo acerca del significado de estas lluvias, y si bien hay muchas discrepancias todos coinciden en que Dios está castigando al equipo verdirrojo.