Goles. Goles son amores, y la Chechona volvió a enamorar. Un beso, una caricia, un pijazo. Aparecieron los goles que antes secuestraban los Profetas del Odio. Goles a montones, desbordantes de alegría, para todos los gustos. 6-0 ganó La Chechona, y algunos todavía no lo pueden creer. "¿Ganaron 6-0 o perdieron 6-0?". "Sí, ganamos". Y claro, como para no desconfiar de semejante resultado en un torneo en que el equipo generó más tristezas que otra cosa, incluso cuando le tocó ganar. Fue nada menos que la mayor goleada obtenida por nuestra escuadra en el Torneo de Exalumnos, desde su primera participación en 2006, seguida por el 6-1 a La Bolsita de Garcé el año pasado. Qué dato eh! Ésa no la tenían. El triunfo en cuestión permitió mantenernos con vida en el torneo y mejorar la diferencia de gol (ahora no positiva ni negativa), aunque todavía quedan dos partidos por jugarse que habrá que ganar sí o sí.
Podríamos comentar lo que ocurrió en este encuentro describiendo de manera heroica la labor de los players, pero sería faltar a la verdad, y como periodista del gremio de Niembro y Majul no puedo hacer eso. La realidad es que enfrente estuvo Electrotucumán, un rival al que hay que aplaudir por su entusiasmo y sus ganas de seguir practicando este deporte pagando una inscripción de 2000 pesos por año. Eso nos da esperanzas para cuando en unos años estemos en su misma situación. Bueno, la cuestión es que estos tipos tenían menos fútbol que Julio Ricardo. Fue demasiado sencillo para La Chechó establecer en el marcador la diferencia que había en el juego. La defensa y el arquero rivales eran una invitación a la goleada. Tal es así que uno de los goles se los hicieron ellos solitos. De los cinco tantos restantes, el imparable Juan -que hasta dio pases y todo- se despachó con tres pepas que lo ponen a tiro de ser echado del equipo por Rodrigo Palacio Szpilbarg. Julián -justamente- y Ale hicieron uno cada uno.
Curiosamente, el partido se jugó 8 contra 8. Ninguno de los dos equipos pudo completar el nº máximo de jugadores permitidos. Se esperaba la vuelta de Poool, pero nunca llegó. Se dio entonces un partido abierto en cancha 3, aunque la Chechona prefirió los efectivos "pases largos" a Juan y Julián antes que el toque por abajo. Ariel debutó como técnico con un triunfo pero debía cumplir una fecha de suspensión del año 2004. Por eso vio el partido en vivo (con un delay de 3 minutos) por internet, y dio indicaciones por mensajitos de texto.
