
La realidad de un plantel dividido
Las últimas discusiones en el plantel han acentuado la tendencia que se venía dilucidando desde hace tiempo. El vestuario está dividido en dos grupos bien delimitados, el de los defensores y el de los delanteros. Los primeros se vanaglorian del éxito defensivo del equipo y de los pocos goles recibidos a lo largo del año, mientras que los delanteros, presionados por los defensores debido a la falta de gol, acusan a los defensores de destruir el fútbol a propósito y de no poder dar un solo pase. La situación en los últimos días se ha puesto muy tensa puertas para adentro, pero puertas para afuera los jugadores desmienten cualquier conflicto. "Que la chupen, que la sigan mamando", enfatizó Juan, quien se convirtió en el eje de las polémicas al pasarse del bando de los delanteros al de los defensores a mitad de torneo. Por otra parte, uno de los delanteros abrió la polémica al confiar al cronista de este blog una sospecha muy dura: "Nos discriminan porque somos un tridente ofensivo de la colectividad, y en este equipo hay mucho antisemita suelto". Duro, muy duro. Y más duros parecen venir los próximos capítulos de esta discordia.